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Relevancia de la perspectiva de género y el feminismo

mujeres_felicesEn este mes que se celebró el Día internacional de la mujer es importante revalorar el impacto histórico del movimiento feminista y la perspectiva de género. Ambas posturas teóricas han logrado que en la actualidad existan condiciones de mayor equidad entre mujeres y hombres. Lamentablemente, en muchos ámbitos se desconocen la relevancias de dichas perspectivas y se cae en errores de malinterpretación de sus propuestas. Apenas la semana pasada tuve la oportunidad de participar en un evento de psicología donde se presentaban ensayos e investigaciones de diversas temáticas, entre las que se encontraba la violencia sufrida en mujeres estudiantes de psicología. Entre los comentarios a este trabajo, un alumno criticaba la ausencia en la investigación de los hombres que sufrían violencia, cuestión que me parece aceptable ya que abre el interés a un fenómeno que apenas de manera reciente  ha atraído el interés de los investigadores. Sin embargo, lo que me pareció erróneo, fue el señalamiento acerca de que ya se habían rebasado las etapas iníciales del feminismo donde «se quemaban brassieres» y que en la actualidad los hombres quedaban desprotegidos y que solamente la violencia a la mujer era atendida. En síntesis, y tratando de contextualizar dicho comentario, en primer lugar se mostraba una reducción simplista acerca del movimiento feminista, el cual inicia mucho antes de la época donde se situa esta rebelión simbólica de la «quema de los brassieres» (comportamiento que en muchas ocasiones se menciona de manera peyorativa, relacionándola con una conducta rebelde o de promiscuidad sexual, más que como un simbolismo de liberarse de la opresión) y en segundo lugar, minimizando la desfavorable inequidad existente actualmente  en contra de la mujer, donde es común escuchar que se debería de dar la misma atención a los hombres. Esto último, pasa por alto que a pesar de todos los avances las mujeres siguen estando en desventaja en diversos sectores y por otro lado, que incluso la violencia que ejercen hacia los hombres, parte de la misma cultura «machista» y «patriarcal», la cual se basa en la idea de que en una relación alguien debe tener mayor jerarquía y puede ejercer el poder a su antojo.  Debido a esto, en este post voy a  realizar una brevísima descripción del movimiento feminista y la perspectiva de género y en el siguiente voy a presentar datos acerca de la inequidad que viven las mujeres en la actualidad

 

Mediados del siglo XIX: Revolución Francesa e ideas de la Ilustración

Aunque se encuentran intentos anteriores que buscaban una mayor equidad entre hombres y mujeres, se puede identificar a la etapa de la Revolución Francesa como uno de los eventos que originaron los movimientos feministas. Las ideas emanadas de esta etapa fomentaban como valores principales a la igualdad, la libertad y la fraternidad entre todos los hombres. Desgraciadamente el concepto “hombre” debía ser tomado de manera literal, ya que los beneficios beneficiaron mayoritariamente a los varones adultos –los “hombres”-, sin cambiar muchas de las condiciones de desigualdad en las que se encontraban otros grupos, como los niños y las propias mujeres. Sin embargo, estas ideas ya estaban sembradas, por lo que empiezan a surgir movimientos en favor de grupos discriminados, entre los que se encuentran a las mujeres (Burin, 1998b).

 Fines del siglo XIX e inicios del siglo XX: Movimientos feministas en búsqueda de la igualdad

Los primeros movimientos feministas aparecen a finales del siglo XIX (Burin, 1998b; Montesinos, 2002), caracterizados por la búsqueda de condiciones iguales en las áreas sociales, laborales, económicas, etc. En esta etapa se pueden identificar a los movimientos sufragistas, los obreros y los que reclamaban el acceso de las mujeres a la educación de tipo superior. Estos movimientos traerían cambios importantes en las sociedades en los inicios del siglo XX, por ejemplo, se fueron incrementando el número de países que legalizaron la participación política de las mujeres, se abrieron las puertas de las universidades a ellas –es común situar en esta época a las primeras mujeres graduadas en medicina, en leyes, etc.

 Siglo XX: Impacto de las guerras mundiales y otros movimientos pro-equidad entre comunidades discriminadas

Podemos identificar dos circunstancias sociales a lo largo del siglo XX que fueron decisivas para impulsar la inserción de las mujeres en áreas que tradicionalmente eran exclusivas de los hombres. La primera de estas circunstancias fue el impacto social y económico que tuvieron las dos guerras mundiales, provocando que las mujeres tuvieran que ingresar en los espacios laborales para apoyar a sus familias ante la salida de los hombres hacia la guerra y ante la crisis económica al finalizar ésta. La segunda fueron los movimientos sociales que se presentaron en la década de los 60s a favor de grupos minoritarios –entre ellos los grupos de mujeres- y en busca de relaciones interpersonales no violentas –entre los más emblemáticos se encuentra el movimiento hippie con su lema de haz el amor y no la guerra”. Estos movimientos, aunados a  la tecnología anticonceptiva propiciaron a su vez, el movimiento de liberación sexual de las mujeres, lo cual influyó en la relación entre hombres y mujeres, facilitando la separación del ejercicio de la sexualidad femenina del ámbito de la maternidad o el matrimonio (Burin, 1998b).

 Segunda mitad del siglo XX: Movimientos por la revalorización de aspectos tradicionalmente femeninos

En la década de 1970 se empieza a señalar las condiciones de opresión inequitativas que seguían teniendo las mujeres con respecto de los hombres, a pesar de que ya se tenían igualdad de condiciones para acceder a muchos ámbitos que antes eran exclusivos de los hombres. Por ejemplo, es común que hubiera mujeres que percibieran menores ingresos económicos ante trabajos iguales que los hombres, que existiera discriminación social al ingresar a actividades laborales o educativas, etc. En esta etapa también empieza a desarrollarse el llamado segundo movimiento feminista o feminismo de la diferencia, donde se busca resaltar rasgos culturalmente atribuidos a las mujeres, como la sensibilidad, la creatividad, la sensualidad, etc., y se critica la discriminación que se produce a todos estos aspectos, los cuales son asociados con lo “femenino”. Para esta época ya se habían desarrollado en el ámbito académico investigaciones desde diversas disciplinas -como la sociología, la antropología o la psicología- acerca de los movimientos feministas y las condiciones desiguales entre hombres y mujeres. Al conjunto de estas investigaciones se les conoce como “Estudios de la Mujer” (Burin, 1998b).

Finales del siglo XX: Aparición de la perspectiva de género

En la década de 1980 se empiezan a señalar algunas limitaciones relacionadas al concepto “Estudios de la mujer” o “enfoques feministas”. La principal se refiere a la necesidad de incluir de manera conjunta lo que sucede con los hombres para evitar tener una visión fragmentada en relación al papel que juegan las creencias de género en la sociedad. Otro factor que influyó en el interés de realizar investigaciones acerca de los hombres, fue la repercusión que tuvieron los cambios realizados por las mujeres -que las llevó a ocupar ámbitos tradicionales de los hombres- en un gran sector de la población de hombres, provocando la llamada “crisis” de la masculinidad. A su vez, también surgen grupos de hombres –aunque en un menor porcentaje- que se manifiestan a favor de una relación equitativa entre hombres y mujeres. Esto lleva al surgimiento de la llamada perspectiva de género y de los estudios de género, que se enfocan al estudio de las relaciones entre hombres y mujeres, y del análisis de la participación que tienen cada uno de ellos para la generación de diversas problemáticas relacionales –violencia, acosos sexual, relaciones igualitarias, etc. (Burin y Meler, 2000; Eisler, 2000; Montesinos, 2002).

¿Qué entendemos por perspectiva de género?

La perspectiva de género implica reconocer que una cosa es la diferencia sexual y otra cosa son las atribuciones, ideas, representaciones y prescripciones sociales que se construyen tomando como referencia a esa diferencia sexual. (Lamas, 2008).

Referencias bibliográficas

Burin, M. (1998). Estudios de género. Reseña histórica. En M. Burin y I. Meler. Género y familia. Poder, amor y sexualidad en la construcción de la subjetividad. (pp. 19-29). Argentina: Paidós.

Burin, M. y Meler, I. (2000). Varones. Género y subjetividad masculina. Buenos Aires: Paidós.

Eisler, R. (2000). El placer sagrado II. Nuevos caminos hacia el poder personal y el amor. México: Pax.

Lamas, M. (2008). La perspectiva de género. Revista de Educación y Cultura. Sección 47 del SNTE. Revisado el 16 de marzo de 2009 de: http://www.latarea.com.mx/articu/articu8/lamas8.htm 

Montesinos, C. (2002). Las rutas de la masculinidad. Ensayos sobre el cambio cultural y el mundo moderno. Barcelona: Gedisa.

Fuente: Robles, F.J. (2009, en prensa). Hombres y mujeres en convivencia. Identidades y prácticas de género en las familias. México: Pax.

Finalmente, les invito también a que lean el post del Blog Psikoeduca Recorrido del movimiento feminista y su importancia, que profundiza aún más acerca de la historia del movimiento feminista.

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